Esto no significa, sin embargo, que tenga igual evolución en ambos sexos: para Freud el complejo de Edipo femenino no es simétrico al del niño. Es posible que una mujer considere que no será una buena madre, lo cual se vincula con sentimientos de inferioridad respecto a su propia madre, con la que se compara constantemente. Importancia del concepto para el psicoanálisis, Crítica y recepción al interior del psicoanálisis, Crítica y recepción por otras disciplinas. Otra tradición afirma que los hijos de Edipo no fueron de Yocasta sino de Euriganía. [4]​, Arthur Wolf hizo una exhaustiva investigación de campo y de archivos en el norte de Taiwán, donde hasta hace poco había dos tipos de matrimonio de menores, que él llama mayor y menor. Algunas mujeres se sienten deseosas de dar a luz un hijo varón. El Superyó se instituye como resultado de la educación y el amedrentamiento externo. Esta página se editó por última vez el 14 ago 2020 a las 01:59. En la continuación de su carrera, ya Freud hablará siempre de “fantasías”, afirmando que los relatos de los pacientes acerca de violencias sexuales sufridas eran falsos, imaginados. Sería obsesión en todo caso; yo lo llamaría el síndrome de mamá gallina, que siempre quiere tener consigo a los pollitos. No, de madre a hija no hay nomenclatura como la que tú dices; en todo caso el complejo de Edipo o de Elektra siempre es de hijos a padres y no de padres a hijos. An evolutionary critique of the Oedipal paradigm. En términos generales, Freud define el complejo de Edipo[2]​ como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio). Esta es una de las múltiples causas por las que algunos hombres deciden emprender actividades que reafirman su importancia o valía justo cuando llega el recién nacido. El concepto fue desarrollado por Sigmund Freud, quien se inspiró para su denominación en el mito de Edipo de la mitología griega clásica, más precisamente, en la versión que entrega Sófocles en la tragedia Edipo Rey: Edipo es el hijo de Layo y Yocasta. Barcelona, España: Editorial Montesinos, p. 160. ¿Cómo desarrollar la tolerancia para adaptarnos a la nueva normalidad? El centro y origen del odio y rivalidad con el padre estarían determinados, según este autor, por la rebelión contra la autoridad paterna y las estructuras sociales patriarcales que representa. Básicamente se refiere a que el niño siente que está compitiendo con su padre por la posesión de su madre, mientras que una chica siente que está compitiendo con su mad… Sin embargo el joven Edipo, al escuchar rumores acerca de que el rey y la reina no son sus padres, consulta al oráculo de Delfos, quien le revela que su destino será dar muerte a su propio padre y que se casará con su madre. Michelle Scalise Sugiyama (2001) señala que: Pero sin duda la evidencia más convincente es un cuerpo de datos recogidos por investigadores independientes desde 3 poblaciones humanas culturalmente distintas. Layo, para evitar que se cumpla el horrible destino que el Oráculo le anunció sobre que sería asesinado por su propio hijo, entrega al recién nacido a un sirviente para que lo abandone en un cerro de Citerón. Muchas personas piensan que el complejo de Edipo es una situación que ocurre solamente en la infancia, “cuando el hijo se enamora de la madre y percibe al padre como un rival”. Lacan denomina a esta instancia el Gran Otro y puede estar asumida por diversas figuras de la autoridad: jueces, policías, maestros, profesores, clérigos, etc. El complejo o el síndrome de Edipo surge de la mitología griega clásica en la que Sigmund Freud se basa para el desarrollo de su teoría. Después de cuatro años estériles en el zoológico de Philadelphia (Pfennig y Sherman, 1995), Jessica, una hembra de gorila de llanura, fue trasladada al parque de San Diego, donde quedó preñada inmediatamente. Estos datos indican abrumadoramente que la gente no desarrolla deseos sexuales hacia los familiares de su infancia. Son las relaciones de satisfacción y frustración experimentadas con este primer objeto las que permiten orientar el deseo hacia nuevos objetos, en su teoría, primeramente hacia el pene del padre. Los seres humanos contarían, de acuerdo con su teoría, con un saber congénito acerca de la existencia del pene y la vagina. Mosaic, 34, 1: 121-136. Emprende un viaje y, en el camino hacia Tebas, Edipo se encuentra con Layo, que viajaba a Delfos, en una encrucijada. Tuvo con ella cuatro hijos: Polinices, Eteocles, Ismene y Antígona y los dos hermanos se enfrentarían más tarde entre ellos a muerte por el trono tebano. Jacques Lacan hace una lectura diferente del concepto freudiano y lo reconstruye en varios aspectos esenciales. Para Lacan el padre que juega un papel en el complejo de Edipo no es un padre real sino que es una función: la función paterna, un lugar en la estructura que puede ser ocupado por otros representantes, no necesariamente el padre real. El complejo de Edipo es un término acuñado por Sigmund Freud en su teoría de las etapas psicosexuales del desarrollo para describir sentimientos de deseo de un niño por su progenitor del sexo opuesto, y los celos y la ira hacia el progenitor de su mismo sexo. El complejo o el síndrome de Edipo surge de la mitología griega clásica en la que Sigmund Freud se basa para el desarrollo de su teoría. [11]​ Cuando ve la falta en una niña, advierte la posibilidad de la castración pero la amenaza adquiere su efecto con posterioridad (nachträglich, en el original en alemán). Todos los derechos reservados. Layo, para evitar que se cumpla el horrible destino que el oráculo le ha anunciado (que va a ser asesinado por su propio hijo), entrega a Edipo recién nacido a un sirviente para que lo abandone en un cerro de Citerón. Concluye Freud en esta obra que el complejo de Edipo es la condición central del totemismo, por lo tanto, universal y fundante de la cultura en cualquier sociedad de seres humanos. Según Freud, mientras el complejo de castración posibilita la salida del complejo de Edipo en el niño (el niño descubre que la madre está castrada y depone sus deseos incestuosos por temor a la castración) representa para la niña la entrada al complejo de Edipo, es decir la niña se dirigiría hacia el padre en busca del falo faltante en la madre.[10]​. Sin embargo, en todas las mujeres existen sentimientos infantiles de rivalidad hacia la madre, celos por el padre, sentimientos de exclusión hacia la pareja parental y de envidia hacia la capacidad creativa de la madre, entre otros. Lacan destaca que Freud se basó en un mito, es decir no en un hecho, sino en una ficción, en algo que ocurre no en la esfera de lo real sino en el ámbito de lo simbólico, es decir, en algo que sucede en el lenguaje. Copyright © 2017. Por ejemplo, en la interpretación que Erich Fromm hace del complejo de Edipo freudiano, el Edipo no se trataría en primera línea de un conflicto desencadenado por deseos incestuosos. Origen del Complejo de Edipo. Algunos psicoanalistas llegaron a cuestionar que Freud realmente haya abandonado su teoría de la seducción parental a la que llamó Fuente del Nilo. El complejo de Edipo es un concepto creado por el padre del psicoanálisis Sigmund Freud y tiene su origen en la leyenda de la antigua Grecia que habla acerca de Edipo, quien es el hijo del Rey de Tebas. De acuerdo con la teoría freudiana, el complejo se revive en la pubertad y esta reaparición declinaría a su vez con la elección de objeto, que abre paso a la sexualidad adulta. Acaba entonces por identificarse con él, en una especie de solidaria convivencia, en la que el padre se vuelve un modelo para el niño. La nueva teoría de la histeria era mucho más aceptable: el trauma no consistía ya en una verdadera agresión sexual por parte de un adulto, sino en la proyección de las propias fantasías de los niños y niñas. El heraldo de Layo, Polifontes exigió a Edipo que le cediera el paso pero ante la demora de este, mata a uno de sus caballos. Scalise Sugiyama, Michelle (2001). Estos hallazgos son especialmente relevantes dada la política de apertura de los kibutzim sobre asuntos sexuales y dado el aliento que daban los padres al matrimonio entre sabras (Shepher). Una sombra posterior fue lanzada sobre el asunto por el hecho de que Jones fue acusado repetidamente de abusos sexuales sobre pacientes e incluso sobre niñas (Masson, 1948). El interés del niño por los genitales desaparece durante el período de latencia y reaparece con la pubertad. Quizá sientan mayor o menor afinidad dependiendo del sexo; supongamos que una mujer tiene sentimientos de rivalidad con otras mujeres o las menosprecie, entonces puede sentir desilusión de tener una niña. Edipo era el hijo de Layo y Yocasta. Reveladoramente, Shepher encontró solo un caso de actividad heterosexual entre adolescentes que habían sido miembros del mismo kibutz, y en este caso el varón no había entrado al kibutz hasta que él tuvo 10 años de edad. El complejo de Edipo se refiere al complejo amor que siente el niño por su madre.El niño siente un deseo erótico por su madre viendo al padre como un rival. La primera vez que el complejo de Edipo aparece mencionado en la obra freudiana es en 1910,[6]​ aunque existen razones para suponer que cuando Freud se refiere en 1908 a los “conflictos nucleares” (Kernkonflikte)[7]​ ya está aludiendo a la conflictiva edípica. Edipo, creyendo que sus padres eran quienes lo habían criado, decide no regresar nunca a Corinto para huir de su destino. Muchas personas piensan que el complejo de Edipo es una situación que ocurre solamente en la infancia, “cuando el hijo se enamora de la madre y percibe al padre como un rival”. A la muerte de Ferenczi, en 1933, Ernest Jones, alumno y biógrafo de Freud, obtuvo del propio Freud el consentimiento para destruir la traducción inglesa del ensayo. El tabú del incesto estaba allí referido a la hermana y no a la madre. El complejo de Edipo es un concepto creado por el padre del psicoanálisis Sigmund Freud y tiene su origen en la leyenda de la antigua Grecia que habla acerca de Edipo, quien es el hijo del Rey de Tebas. La rivalidad es el factor clave que determina la relación entre padre e hijo y en ocasiones el sentimiento es bilateral (el padre autoritario que es demasiado estricto con su hijo en contraposición con una madre amorosa y apegada). [3]​, Freud, en "Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad", asegura que en los niños es recurrente la fantasía incestuosa de expulsar y sustituir al progenitor rival, es decir el padre para el niño, y la madre para la niña, pero esas ideas suscitan intensa culpa y temor al castigo.[5]​. Otra tradición afirma que los hijos de Edipo no fueron de Yocasta sino de Euriganía. Romito, Patrizia (2007). Desde que Freud describió el complejo de Edipo, esta teoría adquirió un lugar central para la comprensión de la estructura mental. para la clínica, debido a que del desarrollo, evolución y forma de resolución de la conflictiva edípica derivará la estructura y la forma en que se presentarán los síntomas en las distintas modalidades patológicas. El complejo de Edipo es considerado la piedra angular de la teoría de Freud. La pareja debe unirse poco a poco en una relación amorosa y seguir creciendo juntos, manteniendo a los hijos en el lugar que les corresponde. Tampoco ella encontró ningún affair amoroso entre miembros del mismo grupo (sabras). Simbólicamente el falo pasa del pene al hijo, su complejo culmina en el deseo de recibir de regalo un hijo de su padre, el cual permanece en lo inconsciente como el del pene y constituye la base para su futura función sexual. Sin embargo, el complejo de Edipo es un principio que aún en la actualidad permite esclarecer múltiples aspectos en torno a la elección de pareja y la maternidad. En el inconsciente se pone en funcionamiento el llamado complejo de castración, que aporta al niño una respuesta rudimentaria al enigma que le plantea la diferencia anatómica de los dos sexos (posesión o privación del pene), que el niño atribuye al cercenamiento del pene en la niña. Patrizia Romito (2007) señala que: La posición de Westermarck tiene fuerte apoyo de los datos tanto etológicos como etnográficos. En el primer caso, los futuros esposos solo se conocen a partir de su casamiento efectivo; en el segundo, los chicos se crían como hermanos. Uno de los principales y primeros críticos fue Westermarck. Mantente informado de nuestras publicaciones, Algunas ideas del amor desde el psicoanálisis, Diplomado “La agresividad: en el sujeto, en la familia, en la sociedad”, Modifiquemos nuestros planes para festejar. Las mujeres se inundan de fantasías en relación con el bebé en gestación. Por ejemplo, en 1931 trató de oponerse a la publicación del ensayo ‘Confusión de lenguas entre adulto y niño’, en el que Sandor Ferenczi, su ex alumno, sostenía la frecuencia del incesto y sus consecuencias devastadoras. La negación de Freud fue profunda y definitiva. Wolf estudió durante un cuarto de siglo la historia de 14.402 matrimonios de ambos tipos, haciendo investigación de campo y usando archivos que cubren el período 1905-1945 de la ocupación japonesa. Para Melanie Klein, la relación con el pecho materno sería el factor fundamental que rige todo el desarrollo psicosexual del niño. Es un concepto clave del psicoanálisis y sus derivados actuales tanto como fundamento de la teoría, como construcción explicativa en la clínica:[4]​, Por eso el complejo de Edipo es una idea tan central para el psicoanálisis como lo es la universalidad de la prohibición del incesto y constituye un correlato del complejo de castración. El complejo de Edipo debería estar resuelto hacia los 7 u 8 años, pero es posible que en la pubertad vuelva a surgir. El resultado seguía siendo que la familiaridad durante la infancia influía luego en una indiferencia sexual. La historia del psicoanálisis en su conjunto está fuertemente ligada a la historia del complejo de Edipo y a las discusiones en torno a su significación. El complejo de Edipo es un término acuñado por Sigmund Freud en su teoría de las etapas psicosexuales del desarrollopara describir sentimientos de deseo de un niño por su progenitor del sexo opuesto, y los celos y la ira hacia el progenitor de su mismo sexo. Carl G. Jung desarrolló de forma análoga el «complejo de Electra» describiéndolo como la atracción sexual inconsciente que siente una niña hacia su padre. Para Lacan la salida del complejo de Edipo es entonces la renuncia a la madre y el comienzo de los intentos de llenar ese lugar estructural de la falta con otros «objeto causa del deseo», también denominado «pequeño otro» u «objeto a». El complejo de Edipo fue creado por el padre del psicoanálisis Sigmund Freud, quien se basa en un mito griego para explicarlo.A grandes rasgos, definimos este fenómeno como el profundo afecto y vínculo con la madre sumado al sentimiento de rivalidad con el padre. Wolf resume así su principal conclusión: "Lejos de concebir una atracción sexual por miembros de la misma familia, los niños desarrollan una fuerte aversión sexual como resultado de la asociación inevitable. En efecto, A. H. Harcourt, zoóloga británica, ha comprobado la evitación del incesto madre-hijo en los gorilas que ha tenido bajo estudio en Ruanda. Primero, es importante aclarar que tanto para hombres como para mujeres se designa el mismo nombre: “complejo de Edipo”, y para ambos existe el positivo y el negativo. Ya en época de Freud, Westermarck enunciaba el efecto que lleva su nombre: concluía que nadie sentía atracción sexual por aquellas personas con las que había compartido su infancia. Es en este contexto que se produce la ruptura definitiva. El concepto fue desarrollado por Sigmund Freud, quien se inspiró para su denominación en el mito de Edipo de la mitología griega clásica, más precisamente, en la versión que entrega Sófocles en la tragedia Edipo Rey: Edipo es el hijo de Layo y Yocasta. Lo que resulta relevante para Lacan es la ficción de una instancia que representa la ley, es decir, la prohibición del incesto. 459/480». El complejo de Edipo es la «representación inconsciente a través de la que se expresa el deseo sexual o amoroso del niño». El primero de estos estudios fue conducido por Yonina Talmon, quien encontró que, de 125 parejas que habían crecido en kibutzim israelíes, en ningún caso ambos habían sido criados desde el nacimiento en la misma casa o grupo de pares. Esta obra nos cuenta que como Edipo termina por matar a su propio padre con la finalidad de ocupar el puesto de el Rey y finalmente acaba casándose con su madre, la reina Yocasta. El concepto original de Freud ha sido recogido y aplicado con distintos matices y modificaciones por diversas orientaciones del psicoanálisis, como asimismo por otras escuelas psicológicas ajenas a este, ya sea como modelo explicativo válido del desarrollo psicosexual del niño o bien como elemento estructural de la formación de la personalidad. También investigó las preferencias sexuales premaritales de adolescentes criados en kibutzim: los jóvenes señalaban que casarse con una persona de la misma casa de uno sería como casarse con su hermana o hermana. La niña se acerca al padre en busca de lo que la madre no tiene. Lo primero que debemos aclarar es que el Edipo en el psicoanálisis se refiere a un momento natural en el desarrollo psíquico humano. [18]​ Hasta hoy la discusión continúa y el problema no ha podido ser zanjado de manera definitiva, ni por parte del psicoanálisis, ni por parte de la antropología. El niño teme el cercenamiento del pene como castigo por sus deseos incestuosos y actividades sexuales, lo cual le provocará una intensa angustia de castración. Llegado el momento, el adolescente se repetirá "con esa mujer no, búscate la tuya", o bien "una como ella, mas no ella", de forma que buscará en otras mujeres rasgos que encontró en su madre como satisfactores. A pesar de que la mayor parte de los psicoanalistas freudianos no acepten la denominación jungiana de «complejo de Electra», todos coinciden en la importancia de diferenciar estos procesos en el niño y en la niña, ya que por sus distintos rasgos y posesiones deben ser tratados de forma distinta entre uno y otra. En la generalidad de los casos, el niño trata, en su deseo de superarlo, de parecerse a su rival. Mostró, por ejemplo, como entre los habitantes de las Islas Trobriand en Papúa Nueva Guinea un niño era una criatura de su madre y del espíritu de sus ancestros, quedando vacío el lugar del padre. En el diplomado Psicoanálisis del embarazo y la maternidad revisaremos a profundidad estos temas y veremos los múltiples escenarios donde el complejo de Edipo se manifiesta en la vida de la madre, el hijo y la familia. Cuando una mujer tiene un hijo en su inconsciente, se pregunta: “¿Qué significa este hijo para mí?”. En el matrimonio mayor, la chica se muda a la casa de sus suegros el día de la boda. Layo, para evitar que se cumpla el horrible destino que el Oráculo le anunció sobre que sería asesinado por su propio hijo, entrega al recién nacido a un sirviente para que lo abandone en un cerro de Citerón. Freud nunca aceptó esta idea de Jung porque se contraponía con las teorías que él venía desarrollando, particularmente en dos aspectos: En la teoría freudiana el complejo de Edipo es un fenómeno que aparece en el desarrollo de todos los seres humanos, tanto en el sexo masculino como en el femenino. El más ambicioso de estos estudios posteriores fue conducido por Joseph Shepher, quien examinó los registros de matrimonio de más de 2.769 individuos criados en kibutz. Uno de los principales y primeros críticos fue el filósofo y sociólogo finés Edward Westermarck. Algunos psicoterapeutas acusaron a la teoría psicoanalítica del Edipo y la Fantasía de seducción de la histeria de invisibilizar el abuso sexual realmente cometido desresponsabilizando a los perpetradores al cargar la responsabilidad sobre los niños y sus fantasías edípicas. Un silencio ensordecedor: la violencia ocultada contra mujeres y niños. El padre asesinado, sin embargo, tiene más poder y autoridad que el padre vivo, concluye Freud, puesto que la obediencia retroactiva que se le presta se basa en el sentimiento de culpa. La universalidad cultural del complejo de Edipo también ha recibido objeciones desde otras disciplinas y por investigadores ajenos al psicoanálisis. Layo, para evitar que se cumpla el horrible destino que el oráculo le ha anunciado (que va a ser asesinado por su propio hijo), entrega a Edipo recién nacido a un sirviente para que lo abandone en un cerro de Citerón. Pero en otro momento también desean ser la favorita de la madre y vivir por siempre con ella. Sin embargo, el complejo de Edipo es un principio que aún en la actualidad permite esclarecer múltiples aspectos en torno a la elección de pareja y la maternidad. Tort, Michel (2008). La palabra «complejo» es usada aquí como término técnico psicoanalítico que hace referencia a un conflicto, «a un conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta respecto a sus padres» (Laplanche & Pontalis. La teoría del complejo de Edipo se habría formulado para atribuir estas fantasías a los niños/as, exculpando a los adultos. En psicoanálisis, el complejo de Edipo, a veces también denominado conflicto edípico, se refiere a un conjunto complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores. Muchas personas piensan que el complejo de Edipo es una situación que ocurre solamente en la infancia, “cuando el hijo se enamora de la madre y percibe al padre como un rival”. [3]​ Freud describe dos constelaciones distintas en las que se puede presentar el conflicto edípico: La teoría de Freud distingue en el desarrollo psicosexual de los niños tres etapas principales: la oral, la anal y la fálica. Edipo, incapaz de soportar el horror que el parricidio y el incesto le provocan, se saca los ojos y en total humillación, abandona la ciudad para vagar como un pordiosero por toda Grecia, atendido por su hija Antígona. También es posible que adopte una actitud infantil con su pareja para que la trate como a una niña. Es el momento de la subordinación del niño a esta instancia lo que permite su entrada en el orden de lo simbólico, es decir del lenguaje, del discurso del mundo social y de sus normas. Por tanto, concluyo que la primera premisa de la teoría edípica [la naturalidad del deseo incestuoso] es errada". «La violencia sexual, el padre y el psicoanálisis, pág. En cambio, si fue muy celosa de su hermano varón y espera a un niño, quizá lo trate con base en dichos sentimientos y lo excluya, o bien, se comporte con él de manera distinta que si fuera una niña. En el matrimonio simpua, una pareja es prometida en la infancia, y la destinada-a-ser-novia es criada en la casa de su futuro marido. La introducción y uso original del término se le atribuye a Carl Gustav Jung. En ocasiones, mientras la ven hacerse cargo del bebé, creen que deben esperar a ser atendidos, como les sucedió en la infancia con los hermanitos. Como premio, Edipo fue nombrado rey y se casó con la viuda de Layo, Yocasta, su verdadera madre. Este rechazo natural al incesto puede ser un claro factor evolutivo, puesto que la consanguinidad aumenta gravemente el peligro de malformaciones y enfermedades congénitas.[4]​. Por ejemplo, algunas madres comentan que sus hijos se pasan a su cama durante la noche u observamos a otras que compiten con sus hijas, algunas más se muestran seductoras con los amigos de su hijo; el amor prohibido y la rivalidad se hacen presentes en la vida adulta de diversas maneras. Su investigación reveló un patrón interesante: no encontró ningún matrimonio entre personas que hubiesen sido miembros del mismo kibutz durante la niñez temprana (0 a 6 años de edad), solo 8 matrimonios entre personas que habían sido miembros del mismo kibutz durante la niñez tardía (6 a 12 años de edad), y solo 9 matrimonios entre personas que habían estado en el mismo kibutz durante la mayor parte de su adolescencia (12 a 18 años de edad). En la medida en la que los hombres toleran la exclusión y los celos, podrán llevar a cabo su función como padres. El contacto cercano con los parientes inmediatos en la vida temprana es crucial para la activación de mecanismos de evitación del incesto en una amplia variedad de animales, desde los campañoles de la pradera a los babuinos y a los chimpancés. La investigación de Shepher indica que los mecanismos que inhiben el deseo sexual entre familiares tienen su periodo más sensible entre el nacimiento y los 6 años de edad. La psicoanalista alemana Karen Horney hace una crítica profunda a las ideas que sostienen el concepto freudiano, planteando que la envidia del pene constituye una ofensa a las mujeres. Esto quiere decir que los sentimientos de amor y la necesidad de ser amado son hacia el padre del sexo opuesto (positivo), pero también hacia el padre del mismo sexo (negativo). Las prohibiciones del totemismo (el incesto y matar al tótem) representan los dos deseos inconscientes centrales del conflicto edípico. Freud desarrolla esta idea en su obra Tótem y tabú[9]​ sirviéndose de una metáfora, de una suerte de "mito científico" propio, para argumentar la universalidad del complejo de Edipo. El período de manifestación del complejo de Edipo coincide con la llamada fase fálica (pregenital) del desarrollo de la libido, es decir aproximadamente entre los 3 y los 6 años de edad y se acaba con la entrada en el período de latencia.

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