Se te ha enviado una contraseña por correo electrónico. La destrucción del templo de Jerusalén En el año 70 d.C., el emperador Vespasiano encargó a su hijo Tito sofocar la violenta revuelta que desde hacía cuatro años sacudía Judea. Tito ordenó destruir por completo el Templo y las demás construcciones herodianas; sólo dejó en pie las tres torres del palacio de Herodes como testimonio de «la fortuna del conquistador», escribe Josefo. Nerón, antes de sucumbir a una conspiración contra su tiránico régimen, lo había nombrado gobernador de Judea con una misión muy precisa: acabar con la rebelión de los judíos contra Roma. Cita:Año 70 ~ Destrucción de Jerusalén por Tito, General RomanoCita:Jesús lloraba cuando profetizaba el sitio y la caída de Jerusalén, la destrucción de su lugar más sagrado - el templo, y la matanza de sus hijos (Lucas 13:1-9, 34-35; 19:41-44; 21:5-6), pero, como nación, los judíos no hicieron caso. Sobre el muro donde finalizaba el atrio de los Gentiles, podían leerse rótulos en hebreo, griego y latín. La muralla de la Ciudad Alta se derrumbó por varios sitios y los romanos penetraron por las estrechas callejuelas sin encontrar casi oposición. El mismo autor afirma que fue un soldado quien, sin orden expresa, lanzó por su cuenta una tea contra esta zona interior del templo, de forma que el fuego prendió rápidamente. En primer lugar, se amplió considerablemente la explanada, lo que exigió grandes proezas de ingeniería. Décima profecía cumplida. El Templo de Jerusalén (Beit ha Mikdash, בית המקדש en lengua hebrea) es el santuario histórico del pueblo de Israel, situado en la explanada del monte Moriah, en la ciudad de Jerusalén, donde se ubican en la actualidad las mezquitas de La Roca y… Ante la feroz resistencia de los sitiados, cuenta Josefo que Tito permitía a sus soldados crucificar cada día a quinientos prisioneros judíos frente a las murallas para intimidar a los que resistían: «Eran tantas sus víctimas que no tenían espacio suficiente para poner sus cruces ni cruces para clavar sus cuerpos». Fuentes: National Goegraphic / Gecoas / Ruis Healy Times, Este sitio es desarrollado e impulsado por NEGOCIOSTART. La narración de Flavio Josefo generalmente se considera poco fiable en este caso. Cuando los ingresos fiscales eran bajos, se apoderó de la plata del templo. Lo más probable es que Tito hubiese querido apoderar de él y transformarlo en un templo dedicado al culto imperial y al panteón romano. Este era el segundo mayor edificio del perímetro defensivo de la ciudad, después del Monte del Templo, y constituía un excelente punto de partida para asaltar el propio Templo. La revuelta, de la cual Ernest Renan escribe que constituye «un acceso de fiebre que no se puede comparar con lo que aconteció en Francia durante la Revolución y en París en 1871»,[8]​ tuvo en inicio algún éxito. Este hecho histórico tiene una gran importancia, ya que Jesús advirtió sobre la destrucción de la ciudad y de su templo cuarenta años antes. Gesio Floro amaba el dinero y odiaba a los judíos. Algunos estudiosos sostienen que en realidad la destrucción de Jerusalén liberaba a la iglesia cristiana para cumplir con su principio de religión universalista destinada a todo el mundo. Tito se negó a aceptar una corona de la victoria decretada por el Senado de Roma, ya que «no hay mérito en derrotar un pueblo abandonado por su propio Dios». Cuando los ingresos fiscales eran bajos, se apoderó de la plata del templo. Gesio Floro amaba el dinero y odiaba a los judíos. Hasta que una última rebelión en su patria, bajo el gobierno del emperador Adriano (131-135), los lanzaría a un largo exilio: la diáspora. La mayoría de sus compatriotas fueron asesinados y Josefo fue capturado y llevado ante la presencia del por entonces general Vespasiano. Aunque las cifras de muertos o desaparecidos que da Josefo sean exageradas, quizás hubo unos 250.000 damnificados en un país que no debía de llegar al millón de habitantes. Capituló en el verano del año 67, tras seis semanas defendiendo la casi inexpugnable fortaleza de Jotapata. En las primeras semanas del año 70 d.C. empezaron a llegar a Alejandría embajadores de todo el mundo mediterráneo, enviados por los gobernadores de las provincias del Imperio y Estados aliados; hasta el rey de los partos se desplazó en persona a la capital egipcia. El templo de David y Salomón ya había sido destruido por los asirios en el año 586 a.C., para ser reconstruido poco después y ampliado según el grandioso plan de Herodes. Judea quedó casi arrasada. El resultado fue que el suelo bajo los terraplenes se hundió, sumiendo en la confusión a los romanos. El primer Templo fue construido por Salomón y destruido por Nabuconodosor en 588; reconstruido por Zorobabel, a la vuelta del cautiverio de Babilonia, en el mismo sitio del anterior. Y, finalmente, había un cuarto muro entre la ciudad alta y la baja. En una ocasión los judíos tendieron una trampa a sus enemigos. Este segundo templo fue el que despertó la atención y embelleció Herodes. En la parte exterior estaba el patio de los gentiles, rodeado de una muralla almenada; los cuatro lados del patio estaban rodeados de suntuosos pórticos al estilo helenista. El bloqueo se hizo sentir pronto y la cruda realidad de la hambruna se adueñó de Jerusalén. Los romanos fueron entonces arrastrados a la calle en la lucha contra los zelotes, pero se les ordenó retirarse al templo para evitar grandes pérdidas. Fuente: Ministerio de AAEE de Israel, Historia de la destrucción de Jerusalén en el año 70 después de Cristo, ... (Templo de Salomón), destruido en el 586 aC, como el Segundo (Templo de Herodes, conocido así porque en el siglo I aC Herodes hizo grandes reformas en el templo, que, tras la destrucción del primero, había sido reconstruido a finales del siglo V aC). Esta es la pandemia más destructiva para el ser humano, Papa Francisco vuelve a desafiar mandatos de Dios, Mujer embarazada se recupera “gracias a Dios” del COVID-19. Los arietes no tuvieron gran éxito, pero en la lucha las paredes se incendiaron cuando un soldado romano lanzó un tizón a una de ellas. Josefo había actuado como mediador para los romanos y, cuando las negociaciones fracasaron, fue testigo del asedio y de las consecuencias del mismo. Después de que varias incursiones judías mataran a algunos soldados romanos, Tito envió a Flavio Josefo, el historiador judío, a negociar con los defensores; esto terminó con los judíos hiriendo al negociador con una flecha y otra incursión fue lanzada poco después. El siguiente objetivo de los romanos fue la segunda muralla, que no tardó en desplomarse. Una fuerza colosal, a la altura de lo que también era un descomunal desafío. Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los príncipes quemó a fuego. Fue designado por el Sanedrín de Jerusalén como comandante en jefe de Galilea, organizando su administración y defensa. El emperador de ese entonces, Vespasiano, ordenó a su hijo Tito atacar el Templo y Jerusalén para destruirlos, frente a las revueltas judías que sucedían desde hace cuatro años atrás. Tito corrió a impedirlo, pero los soldados no le hicieron caso y arrojaron más teas. Eran muchos los que exigían al general que destruyera totalmente el Templo, a lo que Tito se resistía, según cuenta Josefo. El gran atrio del Templo estaba rodeado por un suntuoso pórtico que pronto se convirtió en escenario de los combates. Pero esta vez no habría nadie para reconstruirlo. Tito ordenó construir cuatro nuevos montículos o plataformas para asentar los arietes y otros artilugios y lanzar el asalto. Logró ejercer gran presión sobre los suministros de alimentos y agua de los habitantes de la ciudad, al permitir a los peregrinos ingresar en la ciudad para celebrar el Pésaj y, luego, negarles la salida. Su antecesor en esa tarea, el legado de Siria, Cestio Galo, había fracasado estrepitosamente, de manera que Vespasiano se mostró prudente y no quiso atacar de inmediato Jerusalén, la capital de Judea y baluarte de la resistencia. Murieron muchos asaltantes, bien por el fuego o arrojándose al patio, donde fueron rematados. En el centro de este patio comenzaba el templo propiamente dicho. Tras un duro asedio del general Tito y sus tropas, finalmente logró conquistar Jerusalén, destruyó y saqueó el Templo, edificación sagrada de los judíos. Todos los Derechos Reservados, Cómo fue la destrucción de Jerusalén en el año 70, Este sitio es desarrollado e impulsado por, El Paradigma: Podría un evento de hace 3.000 años determinar el futuro, Conoce cómo se dividen los libros de la Biblia. Esta defensa detuvo el avance romano debido a que los atacantes tuvieron que construir torres de asedio para asaltar a los que aún se defendían. Parte de los judíos que se salvaron escaparon por medio de túneles subterráneos escondidos, mientras que otros se dirigieron a los altos de la ciudad para resistir. El edificio quedó destruido en la fecha conocida como Tisha b'Av, a finales de agosto, y las llamas se propagaron a las zonas residenciales de la ciudad. Pronto toda la zona santa del Templo fue pasto de las llamas. Fue capturado y murió ejecutado en Roma. En la esquina del sureste hubo que sostener la plataforma con una serie de arcos, conocidos en la actualidad como los establos de Salomón. En el año 70, las tropas romanas que invadieron Jerusalén destruyeron el templo. Se retiraron a una de las estoas porticadas, y cuando los romanos la asaltaron y ascendieron hasta los tejados prendieron fuego a maderos que previamente habían acumulado allí. Dentro de la ciudad había dos murallas: una separaba la Ciudad Nueva de la antigua, situada al lado del Templo; la otra cortaba el paso desde este barrio a la Ciudad Alta. En el año 66 d.C., Roma envió a las legiones acaudilladas por Cestio Galo, gobernador de Siria. A partir de entonces se refugiarían en el cumplimiento de la Ley, la oración, las reuniones de la sinagoga y el trabajo silencioso, bajo la guía de los rabinos. Una fuerza colosal, a la altura de lo que también era un descomunal desafío. En el mes quinto, a los siete días del mes, siendo el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia. En la teología cristiana, según una perspectiva teológica del individuo, este acto de la historia se ve como un completo cumplimiento de muchas profecías de que habla el Evangelio de Jesucristo. Los romanos construyeron nuevas plataformas para situar los arietes, que reanudaron su tarea. AÑO 70 / DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN Por Israel González Zúñiga En el año 70, las tropas romanas que invadieron Jerusalén destruyeron el templo. Todos acudían con un único propósito: felicitar a Vespasiano, el general al que las legiones de Roma acababan de proclamar nuevo emperador. El año 70 d.C. es clave para entender mucho del contexto bíblico del Nuevo Testamento y la historia tanto del judaísmo y el cristianismo. Como procurador romano, gobernó Judea, cuidando poco su religiosidad. Para realizar esta operación era necesario nivelar el terreno, por lo que los soldados construyeron terraplenes de madera con tierra encima. El Templo y Jerusalén serán destruidos Décima Profecía cumplida, El Templo y Jerusalén serán destruidos Décima Profecía Cumplida, La Biblia: Primer Libro de Samuel – Resumen, La verdadera historia de la Iglesia de Cristo. © Jesus es mi Pana. Simón bar Giora escapó por unos pasadizos subterráneos, para reaparecer más tarde vestido de blanco y púrpura, enloquecido por el hambre y la sed. Estos dos puntos de vista teológico, Preterismo y Premilenarismo, son diametralmente opuestos, aunque ambos toman su significado de la misma serie de pasajes que se encuentran en la Biblia.

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