En el año 532 ocurrió un incendio durante la rebelión Niká en donde la iglesia fue consumida en cenizas, por lo que Justiniano I ordenó que fuera edificada de nuevo. En una de las manos tiene el dedo índice levantado y en la otra mano las Sagradas Escrituras. Desde comienzos del siglo VII se va creando un lenguaje formal artístico propio y diferenciado del que se mantiene en el Imperio de Occidente. Este componente artístico era muy habitual dentro del Imperio bizantino, sobre todo durante lo que se denominó como la época de oro, la cual se dio en el gobierno del emperador Justiniano (526 a 565). La pintura de iconos ha seguido manteniéndose durante toda la Edad Moderna, tomando como referencia estética los caracteres de la pintura bizantina clásica, que se impone a las influencias italianas. A continuación, presentaremos los componentes esenciales por los que se le reconoce a la arquitectura bizantina. Se destacan el Menologio de Basilio II (Biblioteca Vaticana) y el tratado de Cinegética de Oppiano (París). Este tipo de mosaicos se pueden apreciar en muchas cúpulas y muros de la parte interna de las iglesias. En esta iglesia de San Vital están ya prefigurados los rasgos más característicos de la estilística en la arquitectura medieval de Occidente, sobre todo en los que se refiere al sentido vertical de la construcción en detrimento de la horizontalidad precedente. A pesar de esto, en el interior de la iglesia no se encuentra ninguna tumba. A este mismo esquema compositivo corresponde la catedral de Atenas, la iglesia del monasterio de Daphni, que usa trompas en lugar de pechinas, y los conjuntos monásticos del Monte Athos en Grecia. En casi todos los casos es frecuente que los templos, además del cuerpo de nave principal, posea un atrio o nártex, de origen paleocristiano, y el presbiterio precedido de iconostasio, llamada así porque sobre este cerramiento calado se colocaban los iconos pintados. El arte bizantino es una expresión artística que se configuró a partir del siglo IV, fuertemente enraizada en el mundo helenístico y oriental, como continuación del arte paleocristiano. Las otras iglesias bizantinas de Rávena tienen influencia paleocristiana por su estructura basilical con cubierta plana. Sin embargo, la misma fue destruida otra vez a causa de un terremoto ocurrido en el año 740, la nueva construcción fue realizada casi en su totalidad durante el reinado de Constantino V, por lo que la forma que posee actualmente es el resultado de la segunda renovación durante el siglo VII. Adicional a esto, también es uno de los edificios más importantes de todo el planeta. Una vez que la capital se reubicó, Constantino quiso dar una serie de modificaciones importantes a las políticas económicas, militares y arquitectónicas de la ciudad. Lo cual era posible ya que los pueblos del Mediterráneo estaban unidos por medio de la cultura que había impuesto el anterior Imperio macedónico, así como las influencias culturales griegas. Las iglesias bizantinas de Rávena presentan dos modelos: uno de clara inspiración constantinopolitana relacionada con la iglesia de los Santos Sergio y Baco, la de iglesia de San Vital en Rávena (538-547), en la que, igualmente que su modelo, es de planta octogonal con nave circundante entre los elevados pilares y con una prolongación semicircular en la cabecera, delante del ábside del presbiterio; en los pies tiene un amplio atrio con torres laterales. Es la obra maestra del arte bizantino. La querella iconoclasta se prolongó entre los años 726 - 843 y enfrentó a los iconoclastas contra los iconódulos y fue tan violenta que produjo una crisis artística acentuadísima, especialmente en el arte figurativo. El arte bizantino es esencialmente religioso y trata de conseguir, a través de él, la salvación de la humanidad. Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. En su arquitectura influyó el gusto por la escenografía de las ceremonias de la Corte, manifestado en forma de atención a la perspectiva. Este acontecimiento se observa principalmente en las ciudades que se encontraban al oeste del Imperio, como por ejemplo la emblemática ciudad de Rávena. En varias ocasiones se intentó separar el poder que había entre el este y el oeste, con el propósito de brindar una organización más adecuada al Imperio. Destruidos los mosaicos de Constantinopla quedan como únicas referencias los de San Marcos de Venecia, con abundante empleo del dorado que ejercerán un marcada influencia en las obras góticas de Cimabue, Duccio y otros pintores italianos. Asimismo se multiplican los templos bizantinos por los valles del Danubio, por Rumania y Bulgaria, llegando hasta las tierras rusas de Moscú donde sobresale la iglesia de la Asunción del Kremlin, en la Plaza Roja, realizada en tiempos de Iván el Terrible (1555-1560), cuyas cinco cúpulas, la más alta y esbelta en el crucero y otras cuatro situadas en los ángulos que forman los brazos de la cruz, resaltan por su coloración, por los elevados tambores y por su característicos perfiles bulbosos. La utilización de ellas es númera, de diferentes modelos y formas circulares. Segunda Edad de Oro Bizantina: 913 - 1204, momento en que los cruzados destruyen Constantinopla. Esta nueva reestructuración de Constantinopla fue el cambio que dio comienzo a la arquitectura bizantina. La primera iglesia de Santa Irene fue llevada a cabo durante el reinado del Emperador Constantino I el Grande en el siglo IV, convirtiéndose en primera de las iglesias de la ciudad de Constantinopla. Como se habrá percatado, la arquitectura bizantina ha tenido una larga trayectoria en la historia en donde ha evolucionado y perfeccionado hasta volverse un estilo arquitectónico destacado en todo el mundo. La perspectiva es típica del tipo bizantino, es decir, inversa, abriéndose las líneas conforme se alejan de los ojos del espectador. Primera edad de oro de la arquitectura bizantina. Para su momento, se trataba de una construcción de tipo religioso con mayor relevancia en la ciudad de Constantinopla. Entre las modificaciones que llevó a cabo estuvo la alteración estructural de la ciudad de Bizancio. Es por este motivo que tampoco imposicionó una religión a los romanos, a pesar de esto, sus construcciones eran muy similares a las iglesias cristianas. El pueblo bizantino, que heredó el gusto por la riqueza del arte imperial romano, al contacto con Oriente acrecentó su necesidad de crear obras de intensa policromía y lujo ornamental. Del mundo romano y paleocristiano oriental mantuvo varios elementos tales como materiales de ladrillo y piedra para revestimientos exteriores e interiores de mosaico, arquerías de medio punto, columna clásica como soporte, etc.Pero también aportaron nuevos rasgos entre los que se destaca la nueva concepción dinámica de los elementos y un novedoso sentido espacial y, sobre todo, su aportación más importante, el empleo sistemático de la cubierta abovedada, especialmente la cúpula sobre pechinas, es decir, triángulos esféricos en los ángulos que facilitan el paso de la planta cuadrada a la circular de la cúpula. Por otra parte, el este de Europa poseía una organización con mejor estructurada. La iglesia de Santa Irene es un ejemplar ideal para representar la transición de las iglesias de planta basilical a una planta de cruz griega inscrita en un cuadrado. Después del período de la lucha de los iconoclastas, aunque pobre en monumentos, comienza, en torno al año 850, el arte bizantino medio o Segunda Edad de Oro que perdura hasta el año 1204, cuando Constantinopla es conquistada por los cruzados; en esta época esencialmente se consolidan los aspectos formales y espirituales del arte bizantino; es la verdadera etapa creadora y definidora de la estética bizantina. Para el año 293 el Emperador Diocleciano creó la última separación entre este y oeste por medio de la creación de la tetrarquía que se entendía como un sistema de dos emperadores y dos césares, quienes ascendían luego de su muerte, pero el sistema colapsó. Un gran número de ciudades que conformaban el Imperio bizantino pasaron a ser grandes exponentes  de obras arquitectónicas que guardaban cierta similitud con las edificaciones cristianas. Dado que esta iglesia tiene mucho parecido con la Iglesia de Santa Sofía se tiene la sospecha que ambas construcciones se llevaran a cabo por los mismos arquitectos: Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. De esta manera, el estilo por estos lugares era realizar una imitación de las medidas proporciones dependiendo del tamaño de la cruz. Los diseños de las cúpulas fueron evolucionando a medida que el tiempo fue pasando hasta que finalmente se quedó con una forma parecida a la de una cebolla. Las imágenes principales que se daban en los mosaicos eran las del Emperador y de índole religiosas. Le hacemos la invitación a leer también: Arquitectura en la antigua Roma y Templo de Venus y Roma, Distintas técnicas y métodos de la pedagogía…, Origen de la pedagogía, como fue evolucionando con el tiempo, Las principales teorias pedagogicas, sus objetivos y…, La arquitectura de la antigua Grecia y sus…, Pedagogía progresista, y su crítica de la educación…, Pedagogía social, una ciencia de práctica social y educativa, La arquitectura bizantina, historia y principales…, El Templo de Venus y Roma, uno de los más grandes de…, Arquitectura románica y sus construcciones religiosas en la Edad Media. La misma se trata de un edificio con planta central cuadrada con octógono en el centro, que está cubierto por una cúpula gallonada sobre ocho pilares y nave en su entorno. El gusto por la riqueza y la suntuosidad ornamental del arte bizantino, eminentemente áulico, exigía el revestimiento de los muros de sus templos con mosaicos, no solo para ocultar la pobreza de los materiales usados, sino también como un medio para expresar la religiosidad y el carácter semidivino del poder imperial (cesaropapismo). Esta página se editó por última vez el 18 oct 2020 a las 19:41. Los diseños realizados bajo este estilo arquitectónico también se ven reflejados en las creencias cristianas de los integrantes de cada región del Imperio. Al momento de que Constantino llegó al poder, su primera tarea fue la de unificar al Imperio, lo cual pudo lograr en el año 313. La característica primordial que resaltaba de estos elementos es que estaban formados por color y luz, ejerciendo funciones didácticas y sobre todo simbólicas. En el siglo VI durante el reinado del emperador Justiniano, gran mecenas de las artes, se realizaron muchas construcciones tanto en Constantinopla como en Rávena.En Constantinopla hizo construir la iglesia de Santa Sofia dedicada a la Sabiduría divina. Justiniano tenía la idea de poder dirigir su Imperio sin recurrir a la fuerza y violencia. Estas bóvedas semiesféricas se construían mediante hiladas concéntricas de ladrillo, a modo de coronas de radio decreciente reforzadas exteriormente con mortero, y eran concebidas como una imagen simbólica del cosmos divino. Este hecho va a dar origen al que será el Imperio bizantino, que tiene ya como capital a Constantinopla, ciudad fundada por el emperador Constantino. Principales obras de la arquitectura bizantina. Fue en ese periodo en donde se estableció la separación de la arquitectura bizantina con la arquitectura romana que tenía mayor auge al este del Imperio, la cual seguía teniendo las influencias del Emperador Constantino. En algunas ocasiones esta construcción recibe el nombre de la pequeña Santa Sofía (aunque en realidad es algunos años más joven que la iglesia Santa Sofía), y en la actualidad fue transformada en una mezquita. Después del dominio europeo, con la dinastía de los Paleólogos, se da paso a la Tercera Edad de Oro que se centra en el siglo XIV y que finaliza con la toma de Constantinopla en el año 1453. Sin embargo, el Imperio no dejó de considerarse como uno solo, es decir, aunque hubieran dos emperadores (uno en el este y otro en el oeste), seguían siendo parte del Imperio romano. La primera edificación que se realizó bajo el diseño de la arquitectura bizantina en el siglo VI, fue la iglesia de los Santos Sergio y Baco, en Constantinopla (527-536). Después, el arte bizantino florece en los países eslavos, Rusia y sureste de Europa, transmitiéndose hasta nuestros días a través del Monte Athos. El enfoque que posee este estilo es el dejar a relucir el ábside de las estructuras y la disposición de ventanas ubicadas en zonas altas de las paredes para permitir el paso de la luz. Los terrenos que colonizaron los romanos eran parte de una gran diversidad de grupos culturales, debido a esto, el proceso de adaptación de los pueblos del Imperio fue lento y problemático. Otro modelo fue el capitel cúbico de caras planas que estaba decorado con relieves a dos planos. En esta ciudad se encontraba un punto óptimo para realizar las labores comerciales entre Asia y Europa, además de tener una conexión directa con el mar Negro y el Mediterráneo. Para empezar, se debe tener presente que esta arquitectura comenzó en el siglo VI, cuando las construcciones empezaron a liberarse del estilo tradicional gracias a la libertad creativa de los arquitectos de la época. Para aquel momento lo popularidad se la llevaba las iglesias con domos y un diseño mucho más centralizado que el que se empleaba anteriormente. Debido a su privilegiada situación y a la caída del Imperio romano de occidente en poder de los bárbaros, pronto será la capital cultural por excelencia en el mundo occidental. Pero las obras capitales de la escultura bizantina son las pequeñas obras, dípticos y cajas, talladas en marfil, destacándose el díptico Barberini, Museo del Louvre, del siglo V, o la célebre Cátedra del obispo Maximiano, en Rávena, tallada hacia el año 533 sobre placas de marfil con minucioso trabajo. En 395 Teodosio dividió entre sus hijos Arcadio y Honorio el Imperio romano; dejando a Arcadio el Imperio de oriente. Terminada la lucha iconoclasta, a mediados del siglo IX es cuando verdaderamente se configura la estética bizantina y su iconografía. La arquitectura bizantina con aspectos iguales y centrales puede ser valorada en su totalidad en una de las construcciones religiosas más importantes de Turquía: la iglesia de Santa Sofía, también llamada  Hagia Sophia. La planta, muy original, combina la planta basilical y la central. Esta iglesia sufrió una remodelación a manos de Justiniano I, y fue tomada como modelo de la basílica de San Juan de Éfeso y de la de San Marcos de Venecia, obra del siglo XI. Algo más tardía son las escuelas veneciana y cretense donde sobresalió Andrea Riccio de Candia, a quien se atribuye la creación del famosísimo icono de la Virgen del Perpetuo Socorro. Los nuevos diseños de las columnas fueron hechos como una manera de representar la tradición de Roma, pero con algunas modificaciones sutiles que hacía una perfecta combinación entre columnas jónicas y corintias. Adicional a esto, también se comenzó a emplear un nuevo estilo de patrones decorativos en la base de las mismas, esto con el fin de dar un aspecto de grandeza a la estructura. Otra aportación de gran transcendencia fue la decoración de capiteles, de los que hubo varios tipos; así, el de tipo teodosiano es una herencia romana empleado durante el siglo IV como evolución del corintio y tallado a trépano, semejando a avisperos; otra variedad fue el capitel cúbico de caras planas decorado con relieves a dos planos. De las semejanzas más reconocidas de ambos estilos arquitectónicos se puede hacer mención del uso de mosaicos en las decoraciones en algunas superficies. En la parte de las paredes, las mismas estaban divididas en tres secciones: en la parte inferior se apreciaban las representaciones terrestres, la sección medio era para las representaciones de transición y la superior se disponía para representar el cielo. La plástica escultórica bizantina supuso la culminación del arte paleocristiano, manteniendo sus técnicas y su estética de progresivo alejamiento de las cualidades clásicas: la mayor rigidez, la repetición de modelos estereotipado, la preferencia del bajorrelieve a las obras de bulto redondo. Las columnas hechas bajo esta arquitectura tenían un nuevo estilo de decoración que no había sido empleado por los romanos hasta ese entonces. En la catedral de Cuenca se encuentra el díptico de los déspotas de Epiro correspondiente a la escuela yugoslava. Sus arquitectos fueron Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, que ya habían trabajado para el emperador en construcciones militares. En su interior se llevaron a cabo una serie de debates con comentarios hirientes hacia los arrianos y trinitarios en el marco de los enfrentamientos teológicos entre ambos. Se sitúa en el interior de una almentra (es decir, de un dibujo ovoidal) y está rodeado de los cuatro evangelistas u ocepas, uno en cada esquina. A pesar de esto, cada uno de los gobernantes de los pueblos tenía una serie de labores que debía cumplir, por medio de esto se estableció la división de poder. La arquitectura bizantina está dividida en tres períodos: la primera edad de oro, la segunda y la tercera. Sobresalen también los llamados Cristo Pantocrátor, que son figuras de Jesús rodeado de un aura de luz blanca (que simboliza la pureza), y se encuentra con las piernas cruzadas. En la zona del oeste, la cruz presentaba su pieza vertical más larga que la horizontal. El contenido de este artículo incorpora material de una. La pintura y los mosaicos bizantinos, más que su escultura, han tenido una singular importancia en la historia de las formas de representación plástica, por cuanto que han servido de puente a los modelos cristianos orientales hacia Europa, así como a la transmisión de las formas clásicas cuando en Occidente había desaparecido por la acción de los pueblos bárbaros, y por último, el arte bizantino ha sido la fuente principal en la fijación de la iconografía occidental. Las labores que llevó a cabo durante su gobierno se recuerdan sobretodo por su deseo de renovar la cultura del Imperio. Esta iglesia ha sido la única que ha conservado su atrio original realizado con arquitectura bizantina. La construcción dio como concluida a solo seis años bajo la supervisión de dos arquitectos de renombre, quienes poseían un basto conocimiento de matemática y mecánica: Antemio de Trales e Isidoro de Mileto. Una vez ya conocido la historia y las características principales de la arquitectura bizantina es válido también conocer cuáles fueron los elementos que eran empleados para las construcciones. En las artes suntuarias sobresalieron gracias al ambiente cortesano bizantino. Podemos destacar el Pantocrátor del Museo de Santa Sofía de Constantinopla. En realidad, fue dentro de la iglesia de Santa Irene en donde se celebró en el año 381 el segundo Concilio Ecuménico. Dethier, un erudito que vivió en Constantinopla y que tenía conocimiento acerca de la topografía de la ciudad medieval, comentaba de los 19 sarcófagos en el heroon de Constantino y de otros 17 para el de Justiniano. Las columnas bizantinas no solo eran un componente principal el cual caracterizaba este estilo arquitectónico, sino que también era el punto de diferenciación del estilo romano tradicional. En el año 330, Constantino trasladó la capital del Imperio a Bizancio. A esta etapa corresponden en Grecia la iglesia de los Santos Apóstoles de Salónica, del siglo XIV, la iglesia de Mistra, en el Peloponeso, y algunos monasterios del Monte Athos. La misma es vista como una de las mejores representaciones existentes de la combinación de la arquitectura bizantina y la cristiana. Además, se incorporó nuevamente el método de las iglesias más alargadas y no centralizadas conforme avanzó la arquitectura bizantina. Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas, https://www.tallericonograficosanlucas.com/, https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Arte_bizantino&oldid=130171962, Wikipedia:Artículos con enlaces externos rotos, Wikipedia:Artículos con identificadores BNE, Wikipedia:Artículos con identificadores LCCN, Wikipedia:Artículos con identificadores Microsoft Academic, Wikipedia:Artículos con identificadores BDCYL, Wikipedia:Páginas con enlaces mágicos de ISBN, Licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0. Las iglesias hechas en la arquitectura bizantina eran alargadas hasta llegar un poco antes de la cúspide. La obra maestra de la orfebrería es la Pala de Oro, San Marcos de Venecia o el icono esmaltado de San Miguel del mismo templo. No fue Constantinopla el único foco importante en esta primera Edad de Oro de Bizancio, es menester recordar el núcleo de Rávena (capital del Imperio bizantino en Occidente desde el siglo VI hasta el siglo VIII), el exarcado occidental situado en el nordeste de la península italiana, en las riberas del mar Adriático, junto a Venecia. La edificación de esta iglesia se llevó a cabo sobre una colina de la ciudad, su función principal era servir como lugar para albergar en su interior el cuerpo del Emperador Constantino, convirtiéndose como la más antigua de la Cristiandad en ser consagrada a los Santos Apóstoles, y teniendo sus inicios con el surgimiento de la ciudad de Constantinopla sobre la antigua Bizancio. Pero la obra cumbre de la arquitectura bizantina es la Iglesia de Santa Sofía, iglesia de la divina sabiduría, dedicada a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, construida por los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, entre los años 532 y 537, siguiendo las órdenes directas del emperador Justiniano I. También fue importante la desaparecida iglesia de los Santos Apóstoles de Constantinopla, proyectada como mausoleo imperial e inspirada en la iglesia de San Juan de Éfeso, ofrecía un modelo de planta de cruz griega con cinco cúpulas ampliamente imitada en todo el mundo bizantino, por ejemplo en la famosa iglesia bizantina de San Marcos de Venecia, obra del siglo XI. La decoración se realizó años después por el Emperador Justiniano II. En la ciudad mencionada se encuentra una de las edificaciones religiosas más importantes construidas por Justiniano: la iglesia de San Vital de Rávena. Desde sus primeros momentos, Bizancio se consideró como el continuador político del Imperio Romano. Las obras más destacadas son las labores ornamentales de los capiteles con motivos vegetales y animales afrontados como son los de San Vital de Rávena o los sarcófagos de la misma ciudad en los que se representan los temas del Buen Pastor. A decir verdad, gran parte de sus políticas no eran muy diferentes a las dadas por  Constantino, aunque Justiniano tomó el poder en el año 518. Puesto que los habitantes de esta ciudad poseían un origen romano, la arquitectura de este tipo estuvo basada en los principios de la arquitectura romana.
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