Mejor serí­a que lo escucharan a él (6), no tanto a las palabras que les dirigirá a ellos personalmente (7–12) sino a las palabras de su disputa con Dios (13:13–14:22). “La lengua del poeta más grande”: 1. Confer (lat. 7–12 Aquí­ Job no se dirige a sus amigos sino que imagina con ironí­a lo que ellos le dirí­an a él. Job no se contenta con hablar de Dios en tercera persona, sino que sabe que como está tratando con el propio Dios, es a Dios a quien debe dirigirse. 6:7-9). En otros himnos (como el de Elifaz en 5:9–16) el propósito de tales reversiones es traer salvación y corregir injusticias. Porque algo le falta a su clamor. Nemo, en su libro Job ou l’excés du mal (Parí­s 1978, 111), ha dado esta feliz definición del libro de Job: “Job todo entero es el nombre de Dios”. Dios le premia devolviéndole sus bienes multiplicados, su salud y su familia, después que Job oró por los mismos amigos que le habí­an criticado. La cuarta área de la estructura de la obra puede comprender sintéticamente todas las maxiadiciones del himno de la sabidurí­a del capí­tulo 28, que, en definitiva, se encuentra en una buena situación como anticipación del desenlace final, junto con el bloque de los cuatro discursos de Eli-hú (cc. Es imposible demostrar que las leyendas judías, cristianas, y musulmanas sobre Job (estas últimas resumidas en W. B. Stevenson, The Poem of Job, 1947, cap(s). Es fundamental la oscilación entre la búsqueda espasmódica de Dios de los capí­tulos 3-27 y la exaltante experiencia de Dios de los capí­tulos 38-39/40-42. ), compare 35:9, 12); tiene que ir dirigido a Dios, y Job tiene que acordarse de engrandecer la obra de Dios mientras ora pidiendo su liberación. Del mismo proviene la natural suposición que éste último obtuvo sus conocimientos de Job a partir del Libro de Job, y no de otras, vagas, fuentes. Apela a Dios a prestar atención a su caso, repasa su experiencia y sostiene su inocencia. Pero Jb es además e ininterrumpidamente la historia de un hombre que sufre. †œJb todo entero es el nombre de Dios †œ: 1. Cualquier teologí­a que no admite la experiencia de Job, la del hombre recto que sufre, es una mentira, y es escandaloso que se digan mentiras de Dios. Lo que sabemos es que se trataba de un †œhombre perfecto y recto†, que agradaba a Dios hasta el punto de que éste se sintió en la confianza de permitirle a Satanás que lo probara, porque sabí­a que J. le serí­a fiel. En respuesta se puede decir que a esta objeción no le faltan fuerzas. Para él, sigue siendo un misterio hasta el final. (6) No existe en general ninguna razón para considerar cualquier parte importante del libro ya sea amplia o pequeña como no perteneciente al texto original. Job no ha aparecido ante el tribunal para rogar por su vida o pedir misericordia, sino para demostrar su inocencia. Otras referencias a su sufrimiento son probablemente metafóricas, como cuando se queja de que se le están pudriendo los huesos (30:17) o que se está quemando (30:30). Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano. Depondrí­a delante de él mi causa, llenarí­a mi boca de argumentos. Otra vez responden por turno los amigos reprendiéndolo por sostener una integridad que, a causa de su concepto errado del sufrimiento como castigo por pecados especí­ficos, es crasa impiedad. “JOB TODO ENTERO ES EL NOMBRE DE DIOS”. En el mundo de los patriarcas, las asnas, valiosas por su leche, y sus crí­as eran más preciadas que los asnos. Verlaganstalt, Berlí­n 1958; Rowley H.H., Jb, Londres 1976; Skehan P.W., The BookofJob, Catholic Biblical Association of America, Washington 1.971; Snaith N.H., The BookofJob. Por ejemplo 6:30; 9:15) sino también Dios (42:7, 8) quien afirma que Job es un hombre inocente. Podrí­amos continuar señalando otras propuestas más parciales y discutibles, pero que a menudo captan una dimensión bastante menos brillante que este inmenso arco iris literario que es el libro de Jb. La nota final (40:2) nos recuerda que el diálogo entre Dios y Job adopta la forma de un caso judicial (cf.cf. Jb, aunque no con mucha libertad, se almea en esta corriente †œpesimista†™ y crí­tica, pero desemboca en un resultado sorprendentemente positivo (aludimos, naturalmente, no tanto al epí­logo, sino a los discursos de Dios). 4–12 Pero todaví­a tiene algo que decir a los amigos. Los mismos dos temas de su propia seguridad y de su prominencia y papel positivo en la sociedad se vuelven a repetir luego en los vv. Sigue un himno espléndido sobre la sabidurí­a inaccesible de Dios (c. 28). Job parece haber sido Arameo, ya que vivía en la región de Us (i, I; Ausitis). Ecl. Como el niño que pone el libro debajo de la almohada para estar seguro de que no ha olvidado la lección al despertar por la mañana, también yo me llevo a la cama por la noche el libro de Job. 26:1-14 Noveno discurso de Job: “Vuestro consejo no ha servido para nada.” La misma estructura del libro revela esta tensión de fondo; la teofaní­a y los discursos finales de Yhwh son la consecuencia lógica y el éxito resolutivo del diálogo y del desafí­o que el hombre-Jb lanza en el capí­tulo 31. Pero esa es una posición peligrosa, porque es igual que decir que †œpoder es rectitud†. Si Job trajera a Dios ante el tribunal, metafóricamente hablando, teme que no podrí­a hacer frente a las contrapreguntas de Dios y a sus argumentos. La falla en las opiniones (2) y (3), es que los hombres humanos ordinarios que se casaron con mujeres humanas ordinarias, no explican por qué la descendencia eran “gigantes” o “héroes de la antigüedad, o varones de renombre”. Jb no es un producto que haya florecido en un único perí­odo creativo de la mente y de la fe de un único escritor, aun cuando existe un poeta primario y decisivo a quien hay que atribuir la sustancia poética y religiosa de la obra final que hoy poseemos. 26, 27 La idolatrí­a es el único pecado religioso en el catálogo de crí­menes de Job. La puntuación (signos vocales y acentos), es cierto, requiere frecuentes correcciones, ya que los que hicieron las puntuaciones no siempre entendían acabadamente los textos frecuentemente difíciles; a veces, también las palabras no están divididas en forma apropiada. Además, la fuerza crí­tica de Jb respecto a la sabidurí­a tradicional es absolutamente única: †œNo sois más que charlatanes, médicos de quime-rastodos juntos† (13,4). El género literario; 4. Pero la sabidurí­a de Bildad es demasiado superficial para la situación de Job. La gente lo trata con desprecio (1–15, 24–31) y Dios lo ha rechazado (16–23). Será bueno leer al respecto en el comentario que quiera dejar más abajo. Job, Libro de. Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. (17). Cuan do simplemente ya no puede aceptar lo que le está pasando, y surge la amargura y la ira al so- breco gerlo un sentido de encontrarse aislado de Dios, y hasta siente que Dios lo persigue, Job hace lo que tiene que hacer. 1515 Los tres libros forman parte de la Hagiografa (1) (Kethubim), teniendo a veces el primer lugar entre la Hagio-grafa, pudiendo ser precedido de nuevo por Ruth, o Paralipómenos, o Paralipómenos con Ruth (cf. Ha perdido a su familia y puede esperar sumarse a la familia de gusanos en él más allá (14). 4. Uno de los hijos de Isacar (Gen 46:13). Si realmente escuchan lo que tiene que decir (volved la cara hacia mí­, 5), tanto se escandalizarán de lo que les dirá sobre cómo está siendo manejado el universo que pondrán la mano sobre sus bocas en un gesto silencioso de sorpresa. ), compare 20:11), a Bildad (8; cf.cf. La gran poesí­a se sirve ciertamente de la aportación de los diversos géneros codificados, de los esquemas expresivos, de las constelaciones simbólicas, pero al mismo tiempo es irreconocible en un solo género, en un esquema, en una constelación. Aun aquellos a quienes anteriormente trató con generosidad se han vuelto en contra de él y lo consideran inferior a ellos. Porque si Job tiene razón, todo lo que Zofar representa es un error. Mohr, Tubinga 19772; ZERAFA P.P., The Wisdom of God in the Book of Job, Angelicum, Roma 1978. LA ESTRUCTURA FINAL. Está unida al resto del libro por incontables alusiones y relaciones. Elifaz apela a la Revelación (iv, 12 – 21), Baldad a la autoridad de los Padres (8 – 10), Sofar al entendimiento o filosofía (xi, 5 – 12). En cierto sentido podrí­amos decir que para Job el misterio del mal, que él manifiesta en toda su trágica violencia y verdad, tiene que conducir a Dios de un modo mucho más genuino de como lo hace la existencia del bien. (Job 42:8.) ), compare 16:22), pero psicológicamente ya está en las garras de la muerte; se siente como si ya hubieran cavado su fosa. La muerte está hoy ante mí­ como el perfume de la mirra, como el placer de tumbarse bajo una sombrilla en un dí­a de suave brisa† (11,131-133). En tres discursos Eliú explica los sufrimientos que recaen sobre los hombres. En el curso de su discurso falla en reverenciar a Dios, Quien para él aparece no como injusto, sino más bien como un severo, duro y en cierto modo desconsiderado gobernante y no como un Padre gentil. 7:5; Isa. Si esa es su expectativa, no se puede llamar esperanza, ¿verdad? Dice: iNadie me verá!†™, y se pone una máscara en la cara. 1, 2) a la dramática desesperación de la poesí­a (3:1–42:6); de las descripciones externas del sufrimiento a la experiencia interior de Job. En otros pasajes él no niega esta regla, sino solo dice que pueden existir excepciones. Que el tiene hermanos y relaciones se ve en xix y en el epílogo. Cf. El esplendor de la lengua; 5. No debe menospreciar la corrección del Todopoderoso (17) y debe escuchar el consejo de Elifaz y aplicarlo a su propio caso (27). Escribí­a el poeta francés A. de Lamartine: †œAc leí­do hoy todo el libro de Jb. Gn 22,12), que dispone de enormes riquezas (1,3; cf. 32-37), tiene lugar la teofaní­a (38,1-40,2.6-41,26), que determina un giro decisivo en el relato: Job (42,16) accede entonces a una nueva dimensión de fe, personal, abierta, capaz de reconocer a Yahveh y de adherirse a él, vencido por su preséncia. Unos amigos vinieron para consolarle, pero al ver su estado llegaron a la conclusión de que algo muy malo habí­a hecho J. para merecer el castigo que estaba frente a sus ojos. 1, 2 Job piensa hacer de esto una controversia legal con Dios. Ofició de sacerdote para su familia y presentó sacrificios a Dios a favor de ella. La alabanza a Dios llega a un clímax en xxviii, donde Job exulta el poder y la rectitud de Dios. 1–11 El Leviatán no es de ningún uso práctico para los seres humanos. Un fuerte sentido de Dios impregna todo el libro: †œEn sus manos está el alma de todo ser viviente y el espí­ritu de toda carne de hombre… Si él destruye, nadie puede reconstruir; si encierra a alguno, nadie le abrirá. Dondequiera que mira se encuentra aislado y enajenado. ), compare 7:5; 30:30), no puede probarse que fueran especí­ficamente elefantiasis o lepra. Aunque ha si do excesivamente rico, reclama que su riqueza nunca se convirtió en un í­dolo que remplazara a Dios. Elifaz dio por hecho que Job era esencialmente un hombre justo, aunque temporariamente castigado por Dios debido a alguna falta como las que los mortales no pueden evitar. El Behemot es una obra maestra (19), lit.lit. Jb utiliza este campo de batalla, el más difí­cil para la fe, precisamente para exaltar la necesidad de la fe. Esta tipologí­a es la que dominará en la tradición patrí­stica: baste pensar en los 35 libros de los Moralia in Job, de Gregorio Magno (PL 75-76), compuestos entre el 579 y el 585, que tanta parte tuvieron en la tradición medieval. 7:1-21 †œ¿Por qué, oh Dios, me dejas seguir viviendo?† Otra vez el deseo de morir se apodera de Job, pero esta vez entrelazado con su experiencia de lo inútil y miserable de la vida humana en general y con una apelación a Dios para que lo deje tranquilo a fin de poder morir en paz. Finalmente, después de una acongojada apelación de Job a Dios (cc. Aceptan sin crí­ticas la teologí­a ortodoxa que atribuye todo el sufrimiento a la pecaminosidad humana. Finalmente, Dios se revela a J., le habla †œdesde un torbellino† y el hombre de Dios se arrepiente hasta de haberse quejado. Mientras se encuentra allí­ sentado es afligido por llagas malignas (7), y usa pedazos de vasijas de barro rotas que saca de la basura para rascarse y aliviar su comezón. Mejor si me tapo la boca con la mano†, 40, 4. Un apéndice al Libro de Job en los Setenta identifica a Job con el Rey Jobab de Edom (Gen. xxxvi, 33). Elifaz habla moderadamente; Sofar, por su juventud, habla vehementemente; y Bildad se mantiene en el término medio. El episodio bí­blico es la filigrana de la “historia de un hombre sencillo”, el Job del escritor judí­o centroeuropeo J. Roth (1930), y a Job aluden con frecuencia los personajes de otro escritor judí­o yiddish, el No-bel 1978, I. Moisés peregrinó en Madián (Exo 2:15), que tal vez se hallaba cerca de la tierra de Uz; ésta parece haber estado en la tierra de Edom o cerca de ella (Lam 4:21). 4:1-5:27 Primer discurso de Elifaz: †œSé paciente, todo se solucionará.†. La tradición, fijándose en la parte narrativa, le ha hecho sí­mbolo de paciencia piadosa (¡Dios me lo ha dado, Dios me lo ha quitado! El argumento de que Job se parece a la así­ llamada “literatura sapiencial” de un perí­odo posterior de ningún modo impide que pudiera existir ese tipo de escritos en épocas muy anteriores. Jb les parece a algunos una expresión muy viva de este modelo. Durante la primera serie de discursos la desespera-ción de Job aumenta continuamente, y aun los pensamientos en un futuro no le traen consuelo (xiv, 7 – 22); en la segunda serie el cambio hacia una mejoría ha comenzado, y una vez más Job se siente feliz y esperanzado en el pensamiento de Dios y en la vida futura (xvi, 18 – 22; xix, 23 – 28). Su familia la componí­an su esposa, siete hijos y tres hijas. Niega que sus amigos sean más sabios que él (2–12), y contrasta la sabidurí­a de ellos con la de Dios (13–25). 846 – ¿No fumar, mandamiento o derivación. Job tiene cierta aristocracia, y aunque en este momento no cuenta con su riqueza, poco entiende de la situación de los permanentemente pobres (cf.cf. Confer (lat. Eso serí­a todo lo que se necesitarí­a para aquietarlo. Si al menos pudiera ser un lugar del cual Dios, complacido, trajera de vuelta a los seres humanos, habiendo dejado de buscar cualquier pecado que pudieran haber cometido, y habiendo sellado sus transgresiones en una bolsa (16, 17). A banda de l'Alcorà, la tradició islàmica transmet que Job era descendent del patriarca Noè. No serí­a humillado por los cargos de su acusador, tan seguro está de que probarí­an su inocencia que se la ceñirí­a cual corona (36). 38-39) está estructurado en cuatro series de cuatro estrofas interrogativas, en las que va desfilando toda la gama de las maravillas y de los secretos del ser. Son también simbólicas del caos, y el hecho de que Dios los haya creado demuestra su control sobre las potencias caóticas que pudieran amenazar su universo. 3:20–26 El enigma del sufrimiento en la existencia. ¿No me derramaste como leche y me coagulaste como la cuajada? Ahora Elifaz no puede haber hablado los caps. La intención del libro de Job es enseñar. L. ALONSO SCHOKEL y J. L. SICRE, Job. La respuesta que Jung dirige a Job (La respuesta a Job, 1952) intenta dar la vuelta paradójicamente al sentido del libro bí­blico: es Dios, el inmoral, el que ha de ser educado por el “moral”, el hombre Job. que no se encuentra en la Biblia) Dios luchó en el momento de la creación (ver también 26:12; Sal. 8:2–7 †œLa muerte de tus hijos y la tuya.† El concepto básico de Bildad es que no pervertirá Dios el derecho (3). Por esto el mensaje de la obra, aunque se va desarrollando en el entramado del hombre, del mundo, del mal, de la sociedad y de Dios, tiene como meta última a Dios, su palabra, su teofaní­a, su contemplación. Llegamos así­ a la cumbre de la obra original: Dios, †œprovocado† continuamente por Jb y citado ajuicio como el único que tiene una palabra que decir sobre el abismo tenebroso del mal, acepta presentar su deposición. Pero este discurso no es mera repetición, porque aquí­ Job también empieza a considerar la pregunta de cómo será vindicado, o que sea demostrado públicamente que después de todo él tení­a razón. Confer (lat. Pero, por supuesto, no existe tal árbitro. En consecuencia, representa a Job, luego de sus lamentos (xxiii – xxv), como glorificando nuevamente a Dios, como en xxvi – xxvii, en el que Job alaba el poder y la rectitud de Dios. 1517 ), compare también 38:3), ya que eso es lo que Job ha demandado (ver 31:35). Es probable que su pecado sea tan grande que aun con todo este castigo Dios ha pasado por alto u olvidado parte de tu iniquidad (6). Confer (lat. Job no cree que Dios aceptará su ruego de comparecer ante el tribunal, así­ que su deseo es que su reclamo de inocencia sea asentado en alguna manera permanente que dure más allá de su muerte y que pueda ser quizá satisfecho algún dí­a. Toma el caso de pueblos oprimidos que claman a causa de la mucha opresión (9). Job, Eliú y Yahveh hablan sucesivamente, y cada uno pronuncia una serie de monólogos. 10, 11, y son ellos los que afirman que en los ancianitos hay sabidurí­a (12). Uno de los libros del Viejo Testamento, y el personaje principal del mismo. 36:26—37:24 Este es un hermoso himno en cuanto al poder y la sabidurí­a creativos de Dios. Versículo Su descendencia se robustece a su vista, Y sus renuevos están delante de sus ojos.- Biblia de las Americas Job 21:8 LBLA - Su descendencia se robustece … Por eso al final, a los ojos de Job, no aparece el encaje perfecto del mal en la trama de la historia y del ser, sino el rostro de aquel que realiza ese entramado, no según lo que nosotros suponí­amos, sino según su designio trascendente. Ver arriba, II (2). La patria de Job se describe como en el norte de Arabia; su historia se ubica en el contexto de una era patriarcal distante; y Job mismo no conoce a Dios por su nombre distintivo israelita, Yahweh. En la primera repasa, en un tono nostálgico, su vida pasada feliz antes de que la mano de Dios cayera sobre él (cap.
2020 descendencia de job en la biblia